Crear en el espacio de la noche
un encuentro furtivo para actuar.
Acostarnos sobre el césped y escuchar
el silencio de la tierra,
el saludo de los árboles,
darnos pausas de silencio,
como si fuéramos una melodía,
como si estuviésemos en un pentagrama.
Jugar con nuestro diapasón interno
para afinar el pensamiento
y dar rienda suelta al intento.
Envolvernos en la magia de las notas
que escalan y descienden corriente adentro,
penetrando así en el delta interior que sale de vos.
El mapa de la vida es como el árbol
que hunde sus raíces en la tierra,
le podrán cortar ramas pero otras crecerán
sabrán cercenar sus raíces pero más se harán.
Te estoy mirando y me encuentro,
hallo en ti parte de mi evolución,
pero a la vez se ausenta el reflejo
y oculta permanezco tras tu destello interior.
Nancy S. Vaccari Allerborn
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